MVC 5 - Cuerdas Vocales

Comúnmente en el canto las cuerdas vocales son estructuras que se quieren cuidar mucho, y este hecho lleva a la mayoría dejarlas un poco de lado en el temor a que se conviertan en un problema. Pero el hecho de centrar la atención en ellas, y no solo tratar de preservarlas, hará que las posibilidades de la voz se multipliquen.

 

Las cuerdas son el origen, la fuente, y son las que, en relación con las estructuras que las rodean y el aire, deciden cómo modular todos los sonidos que producimos.

 

¿Cómo puedes controlar y articular algo que no puedes sentir?

 

Hay mucha gente que tiene miedo a hacer según qué cosas porque no sienten si se están dañando las cuerdas hasta que ya han acabado de cantar y sienten que la voz está cansada, rasposa e incluso disfónica. Es por eso que, el primer paso en este curso será localizarlas para poder realizar cambios y controlarlas. Evidentemente no podemos tocarlas como otras partes como la mandíbula y la lengua, pero sí que podemos seguir procesos mediante los cuales las articulemos de diferentes formas. Estas variaciones y movimientos serán los que nos informen y despierten consciencia sobre ellas.

 

Una vez sepamos dónde están podremos explorar las posibilidades que tienen y cómo pueden relacionarse con el resto de las estructuras de una forma constructiva.

 

Muchos consideran que para dar más volumen es necesario que las cuerdas vocales estén más gruesas y acumulen más presión de aire. Pero la realidad no es tan lineal y simple. Y a lo que conduce esa creencia es a aumentar la presión de aire y el contacto entre las cuerdas demasiado. Eso genera cansancio y limitaciones vocales, además de suponer un riesgo para la salud vocal. Hay otros factores determinantes como las formas pasivas de engrosar las cuerdas y el hecho que el contacto entre cuerdas puede ser independiente del grosor, y es ahí donde reside la clave y es uno de los aspectos que exploraremos. 

 

Hablando de contacto, hay mucha gente que desea airear la voz como efecto expresivo, pero tradicionalmente airear la voz se ha visto como un riesgo. Y hay mucha gente que se cansa o tiene dificultades para hacerlo. Airear puede ser un efecto maravilloso y proporcional. De hecho puede hasta ayudar a mejorar la salud vocal de tus cuerdas vocales.

 

También existen otras articulaciones y son las que producen los cambios entre modos. Las tan deseadas voces de cabeza y de pecho y falsete. Estos cambios también son responsabilidad de las cuerdas vocales lo creas o no. Aprender a hacer el cambio de un modo al otro de una forma simple y organizada permite complementarlos y decorarlos más tarde para utilizarlos a placer. Dejarás de ser esclavo de lo que eres capaz de hacer para pasar a poder escoger lo que deseas.

 

Por otro lado, el no notar las cuerdas y no conocer cómo funcionan con detalle lleva a mucha gente a apoyarse en el aire, generando una relación tóxica entre cuerdas y aire. Por supuesto el aire es imprescindible para generar el sonido, pero la presión de aire puede ser mínima si la relación entre ambos es de cooperación. De hecho, en la mayoría, la presión de aire es el único recurso que queda para llegar a esas notas agudas impracticables o la "solución" a la falta de estabilidad. Pero la presión de aire no es una buena herramienta puesto que genera fatiga y compensaciones en otras estructuras que nos limitan mucho más. Una relación sana entre aire y tono abre un mar de posibilidades.

 

Finalmente, aislar unas estructuras de otras está de moda, pero la verdad es que todo funciona al mismo tiempo, y nuestro sistema es como un buen equipo de trabajo. En cualquier equipo queremos que todos trabajen y además que los que pueden trabajar más, trabajen más y los que pueden hacer menos, hagan menos. Pero no solo eso sino que cada uno trabaje en su especialidad para que los resultados sean todo lo óptimos que pueden ser. Las cuerdas vocales transcurren entre estructuras y son esos los componentes del equipo que bien coordinados con ellas, generarán más efectividad y hasta sensación de no esfuerzo. Esto ocurre por el mero hecho de que nadie hace algo que no debe o no puede hacer. Todos trabajan de forma PROPORCIONAL Y EFECTIVA.